Merengón criolllo

Ya no recuerdo cuando fue la primera vez que probé este delicado postre, mi mamá siempre lo ha hecho para sus invitados  y desde hace años lo hago cuando quiero consentir a alguien. Es delicioso y en la ciudad de México se puede comprar en "La casita del pan".
Ayer lo preparé para llevarlo a casa de Ceci que organizó un almuerzo navideño con varios amigos y no quedó ni por quién llorar!
La receta aparece en varios libros de recetas cubanas, mi mamá siempre ha utilizado la de Nitza Villapol pero hace unos años mi marido me regaló un libro de cocina que compró en Puerto Rico que resultó ser de una cubana, Ana Dolores Gómez de Dumois. Trae esta receta, que a diferencia de la de Nitza, no hay que esperar 8 horas para que el merengue esté listo.
El merengue queda muy suave, se sirve con una natilla ligera y caramelo. Mi receta preferida de natilla  la encuentras aquí y el caramelo lo compro ya listo en frasco en una distribuidora de materias primas para pastelería, pero lo puedes hacer.
Sale muchísimo merengue, yo utilicé un molde bundt de seis tazas de capacidad y me sobró, por eso hice unos individuales que quedaron chulísimos.
Recomiendo acompañarlo con frutos rojos, no le puse porque ya no tenía.
Este año lo haré para Noche Buena, siempre organizamos una cena con todos nuestros amigos cubanos (y algunos mexicanos) que no tienen familia en México.

Ingredientes para el almíbar:

3/4 T de azúcar

1 T de agua

cáscara de 1 limón verde

jugo de medio limón

Mezclar y hacer un almíbar claro, cuando esté lista dejar reposar.

Ingredientes para el merengón:

7 claras de huevo

1/2 cdta de polvos de hornear

1/2 taza del almíbar anterior

Batir las claras de huevo en la batidora junto con los polvos de hornear, añadir el almíbar poco a poco hasta que esté duro.

Acaramela un molde bundt y monta el merengue en el mismo.

Hornea a baño María en el horno a 400ºF por unos minutos, retira cuando veas que el merengue comienza a dorarse.

Con mucho cuidado pasa una espátula plana o un cuchillo por el borde para desprender el merengue y una vez esté totalmente libre desmolda en un platón algo profundo para que el caramelo caiga en él.

Cubre con la natilla y decora con frutos rojos (si tienes).