Lo primero que me vino a la mente fue hacer un roast beef pero es algo que requiere mucha atención porque si se cocina de más no queda rico. Si lo preparas temprano corres el riesgo de que a la hora de calentarlo se cocine demasiado y a pesar de que se puede servir a temperatura ambiente con el frío que hacía se antojaba algo caliente.
Tenía además que ser algo que pudiera preparar con antelación, que fuese fácil de servir y que no arruinara mi presupuesto.
Decidí cocinar pollo, muslos porque son mucho más ricos que la pechuga y le pedí a mi marido que comprara una botella de cognac. Al principio de nuestro romance siempre que salíamos a cenar se tomaba una copita de cognac...seguimos saliendo a cenar pero el cognac ya sólo lo toma de vez en cuando por razones de salud.
Esta receta lleva tiempo y requiere marinarse de un día para otro, además de dos horas a fuego medio en el horno.
Lo serví con arroz basmati, tamborcitos de yuca individuales, una ensalada de tomates con arúgula...cerramos con pan de elote y un flan de coco que trajo mi amiga Marlene que estaba delicioso y que espero me de la receta pronto.
Ingredientes:
18 muslos de pollo grandes (con piel, aunque después no te la comas, quedan más jugosos)
18 dientes de ajo
4 dientes de ajo
3 cucharadas de orégano
3 hojas de laurel
4 cucharadas de sal de mar gruesa
pimienta negra recién molida
2 cucharadas de aceite de oliva
1/3 de barrita de mantequilla
una cucharadita de aceite vegetal
2 pimentos rojos en julianas gruesas
2 cebollas grandes en julianas gruesas
unas ramitas de tomillo
2 tazas de caldo de pollo
1 taza de cognac
Preparación:
1. Coloca los 18 dientes de ajo, el orégano, las hojas de laurel, la sal, la pimienta y el aceite de oliva en un procesador de alimentos.
2. Procesa hasta que se desmoronen perfectamente las hojas de laurel, queda una pasta granulosa (si no tienes entonces puedes hacerlo en la licuadora o en un mortero).
3. Con ayuda de tus dedos despega un poco la piel de cada muslo y sazona con la pasta anterior (marinada) cuidando que cada pieza quede bien sazonada.
4. Coloca en un recipiente, vierte el cognac y deja marinar (de preferencia) de un día para otro.
5. Retira las piezas de la marinada tratando de escurrir el cognac dentro del recipiente para no desperdiciar. Seca el pollo utilizando papel toalla con toques suaves para no quitarle la marinada, esto es sólo para evitar que salte mucho a la hora de sellarlo y para que la piel quede más dorada.
6. Calienta la mantequilla en una olla de hierro (dutch oven), añade unas gotas de aceite para que no se queme y comienza a dorar las piezas poco a poco cuidando que no baje la temperatura pero regulándola para que no se quemen demás y cuidando que entre una tanda y otra tenga mantequilla en el fondo.Retira y reserva las piezas ya doradas.
7. En la misma olla añade más mantequilla, acitrona los pimientos, luego la cebolla y añade los otros dientes de ajo ligeramente aplanados con un golpe seco de cuchillo. Retira y reserva.
8. Retira la olla del fuego, espera unos segundos y vierte con cuidado (saldrá muchísimo vapor) el caldo de pollo, cuando ya no salga humo añade el cognac reservado de la marinada, regresa la cazuela al fuego, coloca con cuidado todas las piezas de pollo primero y cubre con las julianas de pimiento, cebolla y las ramitas de tomillo.
9. Tapa y hornea por 1 hora. Retira, destapa y mueve con cuidado las piezas para que se reacomoden.
10. Regresa al horno y hornea por otra hora.
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